
Cómo controlar la psoriasis en otoño
Llega el otoño y con él, poco a poco, bajan las temperaturas y cambian las condiciones climatológicas. La psoriasis se vuelve más vulnerable ante la bajada de temperaturas, se enfrenta a mayor sequedad y recibe un golpe seco de la aspereza ambiental.
Sin embargo, el impacto no es tan fuerte si se mantiene una dinámica preventiva como la que os vamos a explicar. Los especialistas insisten en que la psoriasis es una enfermedad que va más allá de la piel, ya que las últimas investigaciones alertan sobre la incidencia de otro tipo de patologías en su desarrollo. Éstas pueden ser de origen cardiovascular, del aparato digestivo e incluso deberse a un problema odontológico. El diagnóstico precoz por parte de cualquier especialista de estas áreas es vital para mantener un control sobre la psoriasis.
También hay que tener en cuenta otros factores externos que afectan a la piel. Por ejemplo, el cambio de estación, la vuelta de las vacaciones, el estrés… Pueden hacernos sentir nerviosos y tener ansiedad, algo que puede provocarnos brotes e irritaciones.
Por todo ello, os proponemos una serie de consejos:
- Usar un humidificador para añadir humedad al aire de la casa
- Bajar la calefacción durante la noche (el aire fresco seca menos)
- Mantenerse bien hidratado bebiendo mucha agua
- Aplicarse cremas hidratantes antes de secarse, después de un baño o una ducha, y volver a aplicarla a lo largo del día
- Usar jabones o geles de ducha hidratantes y darse duchas templadas en lugar de baños muy calientes
- Estar estresado o coger un resfriado o la gripe puede desencadenar rebrotes. Cuídate durmiendo lo suficiente, llevando una dieta saludable y practicando técnicas de relajación como la respiración, el yoga o la meditación.
- Usar una crema con factor de protección solar (SPF) mínimo de 15 en las áreas expuestas para protegerse del sol, el viento y el frío.
Y más que consejo recordamos que casi es una obligación acudir al dermatólogo para realizar el correcto seguimiento de la patología.